viernes, 29 de marzo de 2013

"Warriors Navajo Code Talkers"

Portada del libro
Durante la Segunda Guerra Mundial, uno de los aspectos que jugaba un papel determinante eran las comunicaciones. Si los aliados pudieron decantar a su favor la balanza en Europa gracias a la captura de "Enigma", la máquina de generación de códigos secretos de comunicación de las fuerzas alemanas, sin el conocimiento de éstos, en el Pacífico los americanos se enfrentaban a la necesidad de proteger sus comunicaciones frente al ejército japonés.
Con este objetivo, en 1942 se formó a 29 "Code talkers" navajos para hacerse cargo de las comunicaciones en la primera línea de combate en el Pacífico.
El pueblo Navajo poseía una lengua transmitida de padres a hijos, desconocida para el resto. Esta reducida difusión de su lengua es fruto de la concentración geográfica a la que habían sido obligados por la política de guetos seguida para con los pueblos originarios de américa. La ausencia de bibliografía, su escasa difusión,... se convirtieron en su mayor valor.
Veintinueve jóvenes navajos recibieron instrucción militar antes de ser trasladados al frente de batalla y constituyeron la base de la victoria americana con un número mucho menor de víctimas de las que hubiesen sido necesarias para tomar las estratégicas islas.
Al final de la guerra casi cuatrocientos navajos habían sido reclutados para estas misiones de comunicación.
Durante el conflicto, algunos sufrieron el fuego amigo al ser confundidos con japoneses por sus propios compatriotas. Su regreso tampoco fue en loor de multitudes ya que su papel se consideró secreto hasta 1968 por si debían ser reclamados a nuevos conflictos como el de Korea donde también participaron algunos de los veteranos de la II Guerra Mundial.
No fue hasta julio de 2001 cuando el presidente George W. Bush reconocía con la Medalla de Oro del Congreso su papel. Fueron los veintinueve primeros indios navajos los que recibieron este honor que se extendió al total de los navajos participantes en noviembre de ese mismo año en la capital de la nación navaja, Window Rock (Arizona) pero en este caso fue la Medalla de Plata del Congreso la condecoración recibida.
Muchos de ellos no pudieron ver nunca esta gloria, fueron sus hijos o familiares directos los que recogieron su medalla.

Kenji Kawako, fotógrafo japonés que llegó a EEUU en 1973 interesado en la cultura del pueblo navajo, conoció a Carl Gorman, "code talker" durante el conflicto y comenzó su periplo para recoger testimonios y fotografías de estos marines.

En Gallup (Nuevo Mexico), en plena Ruta 66,  hay una estatua en honor de estos soldados

Gallup (NM)
El libro recoge las fotografías e impresiones de algunos de estos héroes olvidados

"Warriors Navajo Code Talkers"
Prólogo: Carl Gorman (Code Talker)
Introducción: Benis M. Frank USMC
Fotografías: Kenji Kawano
Northland Publishing Company
ISBN: 0-87358-513-5
126 págs + cubiertas

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